Desde que se nace se
está en contacto con opiniones y reacciones de otros hacia nuestras formas de
pensar, sentir y actuar, lo cual es de extraordinaria importancia en la
formación de nuestras actitudes y desarrollo moral. Y dado que estas influyen
en la satisfacción de múltiples necesidades en los diferentes grupos a los que se
pertenece, por lo general se les presta atención.
Como posiciones inadecuadas
ante estas opiniones se encuentran el estar constantemente pendiente del qué dirán
y la aprobación de los demás, lo que puede llevar a aparentar o vivir muy diferente
a lo que realmente se desea y se es.
-
Preocuparse
constantemente por el qué dirán es un ladrón de libertad y oportunidades.
Esto se complica cuando
se pretende quedar bien con todas las opiniones, debido a la gran cantidad existente
y a las contradicciones que muchas veces hay entre ellas.
-
Nadie es
moneda de oro para caerle bien a todos.- Es imposible gustar a todo el mundo.
En el otro extremo se
encuentra el no tenerlas en consideración o despreciarlas junto con las normas
y convenciones, con lo cual se llega a irrespetar innecesariamente las normas
del lugar en el que se está y puede generar reacciones violentas de otros.
-
El trato es
un boomerang psíquico.
Como actitudes
saludables pueden plantearse el considerar y respetar la opinión ajena como un
derecho que tiene cada individuo, pero actuando con firmeza según las propias
consideraciones sobre lo justo o debido, lo cual a veces es contrario a la opinión
de la mayoría y requiere de resistir presiones.
-
Haz lo que
debas y a nadie temas.- Si el caballero mira dentro de sí mismo y está seguro de haber obrado bien, ¿Qué ha de temer o de qué ha de preocuparse? (Confucio)
- Cuando hagas algo convencido de que es tu deber hacerlo, no te escondas por desfavorable que pueda ser el juicio que de ti y de tus actos formen las gentes. Si la acción es mala, no la hagas. Si es buena ¿por qué temer a los que sin razón te condenen? (Epicteto)
- Decídete a actuar con rectitud. (Job: 11,13)
CONSIDERACIONES FINALES
Como posiciones inadecuadas
ante las opiniones y reacciones de otros hacia nuestros comportamientos se
encuentran el pretender quedar bien con todos, lo cual muchas veces es
verdaderamente difícil por la gran cantidad de puntos de vistas existentes, muchas
veces contradictorios, y el no tenerlas en consideración o despreciarlas, con
lo cual se llega a irrespetar innecesariamente normas y convenciones del lugar
en el que se está. Como actitud saludable puede plantearse el tener presente y
respetar la opinión, pero actuando con firmeza según las propias
consideraciones sobre lo justo o debido.
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