martes, 16 de octubre de 2018

Virtudes cardinales

Las cualidades: prudencia, justicia, fortaleza y moderación son consideradas como el fundamento de todas las demás, y están estrechamente interrelacionadas, al punto de que el mal funcionamiento de alguna de ellas se expresará en alteraciones de las otras.

De esta manera, la prudencia, como capacidad para precisar qué es lo que más conviene y tomar decisiones al respecto, sin justicia, degenera en irrespeto a las normas de convivencia y al derecho ajeno, y sin fortaleza en la ridiculez del que sabe lo que debe hacer y termina actuando de otra forma, muchas veces en perjuicio propio.
-       Prudencia sin justicia es irrespeto y sin fortaleza, inutilidad.

La justicia sin prudencia degenera en la torpeza del que tiene dificultades para determinar las maneras más convenientes de exigir los derechos propios respetando los ajenos, y cómo resolver los posibles conflictos entre las necesidades propias y las normas sociales que regulan su satisfacción.
-       Justicia sin prudencia es torpeza.

Y sin fortaleza, en la debilidad ridícula del que sabe sobre qué principios edificar su comportamiento, pero es incapaz de sobreponerse a presiones externas e internas para hacerlo, ante las cuales termina claudicando.
-       Justicia con debilidad es ridiculez.
-       Para tener principios, tener coraje.

Por su parte, la fortaleza sin justicia degenera en crueldad o capricho del que hace un uso incorrecto del poder, y sin prudencia en la inflexibilidad del que es incapaz de darse cuenta cuando hay que modificar decisiones y procedimientos.
-       Fortaleza sin justicia es crueldad y sin prudencia, inflexibilidad.

Dado que la moderación permite evitar los excesos y las insuficiencias es necesaria a la justicia, fortaleza y moderación para que no degeneren en sus respectivos extremos viciosos, por lo que habrá inmoderación en cualquiera de las desviaciones de estas últimas.
-       En el medio está la virtud. (Locución latina: In medio stat virtus)
-       Entre el freno y la espuela se logra un buen medio.
-       Ni tanto arre que huya, ni tanto so que pare. (Galicia, España)
-       Ni tan frío que hiele, ni tan caliente que pele.
-       Ni tan alto que llegue al cielo, ni tan bajo que se arrastre por el suelo.
-       Tan malo es pasarse como no llegar.

Solo con la existencia armónica de estas cuatro cualidades puede decirse que se es capaz de ejercer un gobierno adecuado sobre sí mismo, lo cual es condición imprescindible para poder ejercer un buen gobierno sobre otros.
-       Solo el que se manda, manda. (José Martí)

CONSIDERACIONES FINALES
La prudencia sin justicia degenera en irrespeto a las normas de convivencia y al derecho ajeno, y sin fortaleza en la debilidad del que sabe lo que debe hacer y termina actuando de otra manera. La justicia sin prudencia degenera en la ceguera mental del que tiene dificultades para determinar las maneras más convenientes de exigir los derechos propios respetando los ajenos, y sin fortaleza en la debilidad del que sabe sobre qué principios edificar su comportamiento, pero claudica ante presiones externas o internas.

La fortaleza sin justicia degenera en crueldad o capricho del que hace un uso incorrecto del poder, y sin prudencia en la inflexibilidad del que es incapaz de darse cuenta cuando hay que modificar decisiones y procedimientos. Dado que la moderación consiste en evitar tanto los excesos como las insuficiencias, es necesaria a la justicia, fortaleza y moderación para que no degeneren, por lo que habrá inmoderación en cualquiera de las desviaciones de estas.

Esto es todo por hoy, luego seguimos con más. Muchas gracias.

 

VIRTUDES CARDINALES por Arturo José Sánchez Hernández.

ENTRADAS RELACIONADAS: Firmeza, prudencia, moderación I, moderación II, justicia, autocontrol, valentía, paciencia, perseverancia, ecuanimidad, resignación.

Conéctate conmigo:

¿Qué otros temas te gustaría que fueran tratados?
 

 ***~~~***

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario