ACTITUD POSITIVA: Rencor.

El rencor es un enojo que perdura en el tiempo, asociado al anhelo de tener la satisfacción de causarle daño a quien se considera como causante de la ofensa o daño recibido. Existen muchas razones por las cuales es necesario evitar este estado, dentro de las que pueden mencionarse las siguientes:

El rencoroso recrea continuamente en su mente la ofensa recibida, así como formas en que le placería dañar a quien se la provocó, como si con esto le fuera a provocar alguna lesión al ofensor, cuando en realidad se está dañando a sí mismo.

- Guardar rencor es como como tomar veneno y esperar que la otra persona muera.

- Es como agarrar un carbón caliente con la mano con la idea de arrojárselo a alguien. Quien se quema eres tú.

- Es como prenderse fuego y esperar a que los demás mueran del humo que inhalen.

- Es como dejar a quien odias vivir dentro de tu cabeza.

Y se causa daños porque en su enfado persistente mantiene su mente y cuerpo en elevados niveles de tensión que deterioran su salud y debilitan su organismo.

- La cuerda de muy templada revienta. (San Salvador)

También se afectan sus relaciones con los demás ya que con frecuencia canaliza el malestar que lo inunda contra quienes lo ayudan y no tienen nada que ver con la supuesta ofensa por lo que se aísla.

- Ofendiendo y maltratando solos nos vamos quedando.

Por lo general su rostro es contraído, lo que tiende a alejar a los demás que se sienten incómodos al sentir que esa expresión facial de molestia es con ellos.

- Un rostro tenso de los demás te aleja.

Como los sentimientos predominantes del rencoroso son de malestar por el recuerdo de la supuesta ofensa y el deseo no cumplido de venganza, esto es lo que constantemente expresa con asperezas y hostilidades. Y esta destilación permanente del sufrimiento que lo consume afecta su capacidad para amar y generar en otros sentimientos recíprocos de amor, con lo cual aleja de sí su propia felicidad.

- Si quieres recoger miel, no des puntapiés a la colmena.

- Si siembras espinas no esperes mango.

- Asperezas traen más asperezas.

El rencoroso en lugar de estar enfocado a edificar su vida y disfrutarla se dedica a una venganza cuya oportunidad para concretarse puede que nunca se materialice, y en caso de consumarse el desquite, es probable que quede un gran vacío en su vida, por lo que de cualquier manera el rencor es un camino equivocado.

- Hay que estar dispuesto a abandonar rutas falsas.

- Si tomas un mal camino, no esperes un buen destino.

Es una forma de vivir anclado a un pasado que no va a cambiar, lo cual impide proyectarse creativamente hacia el futuro.

- No podrás levantar el vuelo mientras el rencor te mantenga pegado al suelo.

- Si no sueltas el pasado, ¿con qué mano agarras al futuro?

Es además un sinsentido ya que mientras el rencoroso se mantiene sufriendo, puede que la persona a quien desea dañar esté disfrutando.

- El rencoroso sufre en lo que el odiado goza.

El malestar mantenido afecta considerablemente la capacidad para disfrutar de la vida, y aun los placeres que se da van a estar teñidos de sufrimiento.

- El enojo mantenido se convierte en amargura.

Y todo esto trae como consecuencia que el rencoroso sea extraordinariamente infeliz.

- Con rencor solo conseguirás la infelicidad.

CONSIDERACIONES FINALES

Como razones para evitar el rencor pueden mencionarse que produce una tensión mantenida que daña la salud y debilita el organismo, afecta la capacidad para disfrutar de la vida, así como para amar y generar en otros sentimientos recíprocos de amor, la expresión facial que lo acompaña, así como las asperezas y malos tratos que de él se derivan ocasionan un alejamiento de los demás y por lo tanto aislamiento, mantiene permanentemente conectado a un pasado que no va a cambiar e impide proyectarse creativamente hacia el futuro. Y con todo esto el rencoroso solo logra ser muy infeliz.

Esto es todo por hoy, luego seguimos con más. Muchas gracias.

RENCOR por Arturo José Sánchez Hernández.