La vergüenza, llamada voz de la
conciencia o voz interior, es necesaria para que los seres humanos se esfuercen
y preocupen por cumplir con sus obligaciones y no dañar injustificadamente a
otros, por lo que es imprescindible para el buen funcionamiento de grupos y de
los individuos dentro de ellos.
Dentro de las desviaciones relacionadas
con ella se encuentra el sentido exagerado de la misma que se expresa en
inhibiciones sociales y temores injustificados e improductivos que son un
obstáculo para relacionarse con los demás y traen como consecuencia la
insatisfacción del sinnúmero de necesidades que necesitan de la ayuda o
colaboración inmediata de otros para ser satisfechas.
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La cortedad
de nada sirve al hombre necesitado. (Proverbio latino)
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Con exceso
de vergüenza ni se come ni se almuerza.
Por lo general el tímido no se comunica
en las circunstancias y en las formas en las que debe hacerlo, y como los demás
no llegan a conocer sus necesidades no pueden ayudarlo.
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Boca que
no habla, Dios no la oye. (España)
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Niño que
no llora, no mama. (España)
Con una comunicación defectuosa tampoco
alcanza a defender sus derechos adecuadamente.
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No dejes
de hablar cuando es necesario. (Eclesiástico: 4,23)
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Malo es
callar cuando conviene hablar.
Y
como se desgasta en consideraciones y miramientos inútiles no puede dar de sí
lo que exigen las grandes metas por lo que no logra alcanzarlas.
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El corazón tímido no
alcanza honores.
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Ningún timorato llegó a
las alturas.
Las oportunidades en la sociedad se
presentan a través de otras personas con las cuales el tímido tiene
dificultades para contactar debido a sus inhibiciones, por lo que las pierde.
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La timidez es un ladrón
de oportunidades.
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Si en la ocasión no la
gastas, ¿para cuándo la guardas?
Los
temores a molestar y ser rechazado se expresan en forma de vacilaciones que
constituyen una invitación al rechazo de otros por lo que con sus propias
acciones hace que se produzca lo temido.
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El que pide con timidez invita a negar. (Séneca)
La
vergüenza exagerada o distorsionada también puede manifestarse en un vivir atormentado
por supuestas faltas cometidas, que además de causar gran sufrimiento dificulta
aun más proyectarse hacia el futuro.
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Es inútil llorar por la
leche derramada. (Inglaterra)
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Las lágrimas no dejan
ver el camino. (India)
En
el otro extremo vicioso se encuentra la ausencia de vergüenza que hace que el
individuo no acate regulaciones y no pueda funcionar en ningún grupo humano, ni
siquiera para delinquir, porque hasta en ellos hay que respetar normas y
jerarquías. Como buscan desconsideradamente su propio placer a expensas de los
demás, pudieran ser muy encantadores para lograr sus objetivos, pero luego muestran
sus verdaderas intenciones, y terminan aislándose o en la cárcel.
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Hay quien tiene palabra
dulce en la boca y navaja en el corazón.
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Para conocer a alguien
fíjate como te trata cuando ya no te necesita.
Como
propuesta de actitudes saludables puede plantearse el tener consideraciones con
otros y respetar normas cuando estas sean funcionales y posibiliten la
satisfacción de las múltiples necesidades de todos, pero evitar aquellas que
sean inútiles, paralizantes o que lejos de resolver problemas los mantengan o
empeoren.
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No guardes miramientos
a otros en perjuicio tuyo, y no te avergüences para tu ruina. (Eclesiástico:
4,22)
Con
relación a faltas cometidas en el pasado es útil sacar las experiencias
necesarias para no volver a cometer los mismos errores, hacer lo que
corresponde para aminorar el daño causado, y perdonarse a sí mismo para poder
analizar las faltas sin dolor y avanzar hacia el futuro liberado de esa pesada
carga.
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Lo que pasó no puede
dejar de haber pasado.
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A lo hecho el pecho.
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La gloria no es de los que
ven para atrás, sino para adelante. (José Martí)
CONSIDERACIONES FINALES
El
sentido exagerado de la vergüenza se expresa en inhibiciones sociales y temores
injustificados e improductivos que son un obstáculo para relacionarse con los
demás, de lo que se derivan pérdidas de oportunidades, dificultades para proyectarse
hacia el futuro, insatisfacción de necesidades y preocupaciones exageradas con relación a
faltas cometidas en el pasado. Por su parte la ausencia de vergüenza incapacita
al individuo para funcionar en grupos humanos. Como propuesta de actitudes
saludables puede sugerirse el respetar normas que sean funcionales y
posibiliten la satisfacción de las múltiples necesidades de todos, pero evitar
las que no lo sean. Y con relación a faltas cometidas es saludable sacar las
experiencias necesarias, hacer lo necesario para aminorar daños causados, y
perdonarse a sí mismo.
Esto
es todo por hoy, luego seguimos con más. Muchas gracias.
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