sábado, 26 de mayo de 2018

Amor propio_II

Otra desviación relacionada con el amor propio es la vanidad la cual consiste en un alto concepto de sí mismo basado en cualidades o logros inútiles o de poca importancia, acompañado de un deseo excesivo de alabanzas y de ser admirado y reconocido por otros.
-   El vanidoso padece de una verdadera sed de alabanzas.
-   Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores. (Antoine de Saint-Exupéry)
-   Al oro y la plata, el fuego los prueba; al hombre lo prueban las alabanzas. (Proverbios: 27,21)

La vanidad guarda una estrecha relación con la soberbia y la envidia. Las tres nacen de la comparación con los demás y comparten el no tolerar verse igualados o superados de lo que con gran frecuencia se derivan acciones injustamente obstructivas o dañinas a los intereses de otros. Pero mientras el envidioso se estima, con razón o sin ella, incapaz de igualar o superar al prójimo y tiene sentimientos de inferioridad e inconformidad consigo mismo; el vanidoso y el soberbio se complacen con ellos mismos al superar al prójimo, o creer hacerlo.

Como diferencias entre la soberbia y la vanidad puede mencionarse que en la primera hay complacencia con logros o cualidades personales importantes y útiles; mientras que en la segunda la hay con atributos inútiles o de poco valor.
-   La vanidad es el brillo de un cántaro roto. (India)
-   Aquel que permanece en puntas de pie no se para firme. (Lao-Tse)

En la soberbia existe una sed de dominio y ser venerado por todos, en la vanidad el anhelo es de aprobación y de ser considerado dotado de condiciones excepcionales.
-   La vanidad es la molicie del orgullo.

La vanidad tiene los mismos inconvenientes de la soberbia en cuanto a que entorpece las relaciones con los demás y provoca dificultades para reconocer errores y superarlos. Además de esto el vanidoso se preocupa constantemente por las apariencias al punto de llegar a ser ridículo aparentando ser lo que no es o tener lo que no tiene.
-   Mientras pensemos que valemos lo que aparentamos iremos mal.
-   ¿Cómo puede el entierro importar más que el muerto, la boda más que el amor o el envase más que el contenido?
-   ¿Por qué tanto afán en impresionar gentes a las que no les importamos?

También confiere una gran importancia a los comentarios de los demás lo que le produce preocupaciones e inhibiciones innecesarias.
-   El que hace caso a las calumnias no hallará descanso ni podrá vivir en paz. (Eclesiástico 28,16)
-   El que se indigna ante falsos rumores invita al rumor. (China)
-   Ni eres mejor porque te alaben ni peor porque te vituperen; lo que eres, eres. (Kempis)

CONSIDERACIONES FINALES
Un alto concepto de sí mismo basado en cualidades o logros inútiles o de poca importancia, acompañado de un deseo excesivo de alabanzas y de ser admirado y reconocido por otros, lo cual es vanidad, tiene los mismos inconvenientes que la soberbia en cuanto a entorpecimiento de las relaciones interpersonales y persistencia en el error. Además de esto provoca preocupación constante por los comentarios de los demás y las apariencias lo que genera inhibiciones improductivas y ridiculez al esforzarse en fingir ser lo que no se es o tener lo que no se tiene.

Esto es todo por hoy, luego seguimos con más. Muchas gracias.

 


Conéctate conmigo:

¿Qué temas te gustaría que fueran tratados?
 

PÁGINA PRINCIPAL

***~~~***

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario