Las
necesidades sexuales son tan importantes para el mantenimiento de la especie
que si no estuvieran beneficiadas con tanto placer es probable que nos extinguiéramos.
En el orden individual su adecuada satisfacción contribuye de manera
significativa a la calidad de vida de cada ser humano. Pero con relación a
ellas existen vicios sobre los que vale la pena reflexionar.
Uno
de ellos es la lujuria de aquel que hace de los placeres sexuales el centro de
su existencia y vive para experimentarlos. Los prioriza por encima de cualquier
cosa, por lo que deja de dedicarle tiempo y esfuerzos a otras áreas importantes
de su existencia la cual se empobrece, sobre todo en aspectos familiares y
afectivos, al punto de terminar sus días en soledad.
- Los que de lujuria padecen,
de amor carecen.
- Lujuria trae soledad.
- Fíjate si lo que
estás buscando vale lo que estás perdiendo.
Por
lo general el lujurioso es capaz de cualquier cosa para mantener su vicio, por
lo que ella da lugar a otras desviaciones más.
-
Cuando la lujuria aprieta, ni a los vivos ni a
los muertos se respeta.
Con
frecuencia causa daño injustificado a otros y al transgredir normas tanto
morales como jurídicas sufre consecuencias sociales que le traen sufrimiento.
-
El vicio se
labra con sus manos el suplicio.
-
El vicio es
un precipicio.
Un
vicio muy relacionado con la lujuria, y que con frecuencia la acompaña, es la
falta de autocontrol ante los apetitos sexuales que hace a quien lo padece propenso
a conductas imprudentes con las cuales se pueden comenzar relaciones no edificantes cargadas de incompatibilidades
y problemas que pudieron haberse evitado.
- El que come bueno y
come malo come doble, pero se puede indigestar.
- Hay quien busca
refugio en una colmena. (Malasia)
- Amor que no convenga,
no sea yo quien lo tenga.
El
descontrol también puede llevar a conductas sexuales irresponsables que en no
pocas ocasiones ocasionan pérdida de la salud e incluso de la vida.
- No cambies tu vida
por un orgasmo.
- Hay quien cava su
tumba con sus genitales.
En
el otro extremo vicioso está el rigorismo o imposición de restricciones ajenas
a consideraciones culturales o a algún ideal moral o religioso, lo cual hace
que la persona se prive innecesariamente de algo que desea y necesita.
-
Disfruta de los
placeres saludables y honestos de la vida sin sentirte culpable.
-
Demasiada
continencia atasca el espíritu.
Como
propuesta de actitudes saludables ante los placeres sexuales hay que tomar en
consideración que todos los seres humanos no tienen los mismos gustos,
preferencias o intensidad de sus apetitos sexuales, por lo que es difícil hacer
planteamientos en este sentido. Se impone, en primer lugar, conocerse y ser uno
mismo.
-
Se tú e
intenta ser feliz, pero ante todo se tú.
Y
a partir de allí diseñar de manera individualizada un goce pleno y responsable
de esta importante faceta de la vida, poniéndola en el lugar que merece: no
como un objetivo al cual dedicar la vida, sino como un medio para ser feliz.
- Los placeres sexuales
son para el ser humano, no el ser humano para los placeres sexuales.
CONSIDERACIONES FINALES
Hacer
de los placeres sexuales el centro de la existencia y priorizarlos por encima
de cualquier cosa tiene dentro de sus consecuencias negativas un empobrecimiento
de la existencia en aspectos afectivos y familiares, sufrimientos e incluso la
perdida de la salud o de la propia vida. En el otro extremo vicioso en
encuentra el imponerse restricciones innecesarias con lo cual la persona se
priva de algo que desea y necesita. Las propuestas de actitudes saludables
pasan por conocerse y ser uno mismo, y sobre esta base gozar responsablemente
concibiendo la sexualidad, no como un objetivo fundamental al cual dedicar la
vida, sino como un medio para ser feliz y alcanzar la plenitud.
Esto
es todo por hoy, luego seguimos con más. Muchas gracias.
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