viernes, 20 de abril de 2018

Dinero II.

Impulsados por su codicia muchos pierden el sentido de la amistad, parentesco o de cualquier otro tipo, por lo que con relación al dinero, riquezas y propiedades es conveniente tomar precauciones.
-       Llegada la ocasión, el más amigo es el más ladrón.
-       La ocasión hace al ladrón.
-       Dos amigos de una misma bolsa, uno ríe y el otro llora.

Dos desviaciones importantes en este sentido son la ostentación y la ingenuidad. La primera consiste en dar muestras excesivas, innecesarias y con jactancia de una buena situación económica.

¿Qué puede haber de erróneo en mostrar a los cuatro vientos una situación favorable que ha sido producto del esfuerzo o al menos recibida legalmente? El problema consiste en que, a no ser que se busque estratégicamente impresionar a alguien, la falta de discreción en este aspecto atrae la atención de muchos que desean beneficios sin el esfuerzo necesario para obtenerlo, lo cual convierte al ostentoso en blanco de robos que el mismo atrajo.
-       La gallina pierde el nido por cacarear. (Cuba)
-       De lo bueno no se habla. (Refrán afrocubano)

La ingenuidad por su parte es la falta de malicia que hace que la persona deposite incorrectamente su precaución y su confianza y sea fácil de engañar, lo cual es causa frecuente de desgracias financieras.
-       El daño que nace de la confianza te arranca hasta las raíces. (Panchatantra)
-       No abras tu corazón a cualquiera, si no quieres que se aleje de ti la felicidad. (Eclesiástico 8,19)
-       Debajo de la confianza duerme el peligro.
-       El que tiene excesiva confianza peca de imprudente.

Como propuestas de actitudes saludables pudieran plantearse el ocultar la bonanza económica y presentar de ella solo lo imprescindible con lo cual se evita excitar la codicia ajena.
-       Lo que los ojos no ven, el corazón no lo desea.
-       La discreción es un arma de protección.

Así como mantenerse siempre cauteloso en lo que a dinero y riquezas se refiere.
-       Es mejor un "por si acaso" que un "quién lo hubiera sabido".
-       En mejor cuidarse que arrepentirse.

CONSIDERACIONES FINALES
Dar muestras excesivas, innecesarias y con jactancia de una buena situación económica atrae la atención de muchos que desean obtener beneficios sin el esfuerzo necesario para obtenerlo, lo cual convierte al ostentoso en blanco de robos que el mismo atrajo. Por su parte la falta de malicia hace que la persona deposite incorrectamente su precaución y su confianza y sea fácil de engañar, lo cual es causa frecuente de desgracias financieras. Como propuestas de actitudes saludables pudieran plantearse el ocultar la bonanza económica y presentar de ella solo lo imprescindible, así como mantenerse siempre cauteloso en lo que a dinero y riquezas y propiedades se refiere.

Esto es todo por hoy, luego seguimos con más. Muchas gracias.

 

Actitudes ante el dinero II por Arturo José Sánchez Hernández.

 
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