lunes, 2 de abril de 2018

Sentido del humor.

¿Qué sería de la existencia humana, tan llena de contrariedades y problemas, sin el sentido del humor? Posiblemente como un mundo sin colores, música o sabores. Esta cualidad consiste en la capacidad para ver la realidad resaltando su lado cómico, risueño o ridículo.

Ella transmite una visión optimista de la vida, favorece la comunicación y sintonía afectiva, reduce las tensiones que pudieran surgir en cualquier tipo de relación interpersonal, hace divertida y entretenida la compañía con quien la tiene y denota buena salud mental y física, así como inteligencia

Se trata de una habilidad social refinada que siempre va acompañada de oportunidad, autenticidad y sensibilidad, sin las cuales degenera en cualquiera de sus múltiples desviaciones, dentro de las que se pueden mencionar las siguientes:

En el extremo por defecto o ausencia está la falta de sentido del humor del extraordinariamente serio que no le es fácil ver el lado cómico de las cosas por lo que su compañía es aburrida.
-   No abras una tienda si no te gusta sonreír.
-   Desconfía del monje y del guerrero que nunca se ríen: se toman a sí mismos demasiado en serio.

En el extremo por exceso o distorsión se encuentran los siguientes:
El inoportuno que intenta ser gracioso en circunstancias en las que sus chistes son mal recibidos.
-   Donde todos salen llorando, no puedo ir yo cantando. (España)
-   Ni reír donde lloran, ni llorar donde ríen. (España)

El que hace chistes tan alejado de la experiencia de quienes lo escuchan que estos les son incomprensibles y no llegan a serles divertidos.
-   Estudia el humor de las personas y adáptate a cada uno de ellos.

El sentido del humor inauténtico que suena falso o ansioso por agradar.
-   El deseo de parecer cómico impide a veces llegar a serlo.

El sentido del humor vulgar o chabacano que llega a sentirse como burla ofensiva.
-   Hay quien es un chorro de plomo y se cree que es un dulcecito.
-   Diez minutos con el pujón de gracia dan embolia.

CONSIDERACIONES FINALES
La capacidad para ver la realidad resaltando su lado cómico, risueño o ridículo favorece comunicación y las relaciones interpersonales al reducir las tensiones que pudieran surgir en estas, hace divertida y entretenida la compañía con quien la tiene y denota buena salud física y mental. Esta frágil habilidad social degenera cuando se actúa sin oportunidad, autenticidad o sensibilidad sin las cuales se puede llegar a ser incomprensible, desagradable y hasta ofensivo.

Esto es todo por hoy, la semana que viene seguimos con más. Muchas gracias.


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