Con suma frecuencia lo conveniente es tan parecido a lo que no lo es que hay confusión, y en no pocas ocasiones lo que parece bueno es causa de calamidades, y lo que parecía perjudicial trae grandes beneficios.
- Males hay que por bien vienen, y por mal no pocos bienes.
- El bien y el mal andan juntos por la tierra.
Para orientarse adecuadamente ante semejante complicación es preciso
tener objetividad la cual consiste en la capacidad para atenerse a la realidad
y a los hechos en el examen de las cosas, lo que permite que nuestra visión de estas
se acerque a lo que realmente son y saber distinguir entre ellas.
Existe una gran variedad de formas en las que
se pierde objetividad y no se discierne adecuadamente, pero dos muy comunes son
la catatimia y el autoengaño. En la primera la percepción y valoración de
la realidad se nubla debido a los afectos, de manera que esta se percibe no
como realmente es, sino como se quiere o se teme que sea.
- El amor, el odio y el miedo exageran.
- El amor el odio y el miedo todo lo hacen creer.
- Cuando las pasiones
ciegan, sobran razonamientos. (España)
En el autoengaño, la
interpretación de la realidad y los recuerdos se altera para evitar elementos
de estos que son dolorosos y la persona no se percata de lo que no quiere
percatarse.
- No hay peor ciego
que el que no quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere oír.
- Hay quien hace como
el avestruz, y mete la cabeza en la arena para no ver las cosas.
La afectividad siempre va a provocar, en mayor o
menor medida, modificaciones en la percepción de la realidad, y los
acontecimientos dolorosos por lo general tienden a olvidarse o evadirse, y esto
último es muy positivo cuando se ha hecho todo lo necesario para resolver los
problemas; pero para deliberar y tomar decisiones importantes se debe ser lo
más objetivo posible.
- Las cosas por su
nombre: al pan, pan y al vino, vino.
- La mente fría
aunque el corazón esté caliente.
CONSIDERACIONES FINALES
Para poder distinguir lo conveniente de lo que no lo es hace falta
atenerse a la realidad y a los hechos. Entre las formas más comunes de perder
objetividad se encuentran la alteración de la interpretación y valoración de la
realidad por los afectos, y el evitar elementos dolorosos de esta, las cuales
están presentes, en mayor o menor medida, en todo humano, a pesar de lo cual se
debe ser todo lo objetivo que sea posible a la hora de tomar decisiones importantes.
Esto es todo por hoy, luego seguimos con más. Muchas
gracias.
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La microdosis es de gran utilidad, ya que de una forma amena y mediante los valores nos ayuda a enfrentar problemas de la vida cotidiana.
ResponderEliminarMe parece muy interesante. Es necesario ser objetivo para que debido a los afectos no tomemos malas decisiones.
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